LA PRÁCTICA DE ZAZEN/

ASPECTOS ESENCIALES

ZAZEN es la postura del despertar.

Durante su práctica no hay que querer alcanzar nada, sea lo que sea. Es solamente concentración sobre la postura, la respiración y la actitud del espíritu, sin objeto.

LOS 3 PILARES DE LA PRÁCTICA

01. La postura

Sentados en el medio del zafu (almohadón redondo), se cruzan las piernas en la posición de loto o de medio loto. Si ello no es posible, y se cruzan las piernas simplemente sin colocar el pie en el muslo opuesto, aun así es esencial que las rodillas empujen el piso. La columna vertebral bien derecha, el mentón entrado y la nuca estirada, la nariz en la misma línea vertical que el ombligo, se empuja la tierra con las rodillas y el cielo con la cabeza.

Se pone la mano izquierda en la mano derecha, las palmas hacia el cielo, los pulgares se tocan, formando una línea derecha. Las manos descansan en los pies, los cantos en contacto con el abdomen. Los hombros están relajados. La punta de la lengua toca el paladar. La vista está puesta aproximadamente a un metro de distancia en el suelo sin mirar nada en particular.

02. La respiración

La respiración zen no se puede comparar con ninguna otra, es muy antigua, en sánscrito se llamó ‘anapanasati’, solamente puede surgir de una postura correcta. Antes de todo se trata de establecer un ritmo lento, fuerte y natural, basado en una expiración suave, larga y profunda. El aire se expulsa lentamente y silenciosamente por la nariz, mientras que la presión debido a la expiración, baja con fuerza al vientre. Al final de la expiración, la inspiración se hace naturalmente. Los maestros comparan el aliento zen con el mugir de las vacas o con la expiración de un bebé que grita recién nacido.

03. La actitud del espíritu

Sentados en zazen, dejamos que las imágenes, los pensamientos, las construcciones mentales, que surgen del inconsciente, pasen como nubes por el cielo – sin oponerse ni agarrarse a ellos. Como los reflejos en un espejo, las emanaciones del subconsciente pasan y pasan otra vez y terminan por desvanacerse. Y llegamos al inconsciente profundo, sin pensamiento, más allá de todos los pensamientos (hishiryo), verdadera pureza.

Esa actitud de espíritu surge naturalmente de una concentración profunda en la postura y la respiración, y permite así controlar la actividad mental, resultando una mejora en la circulación cerebral. En el dojo se practica cotidianamente. También se realizan Jornadas, momentos donde nos reunimos para realizar una práctica intensiva de zazen. Durante un día o medio día practicamos zazen y samú (trabajo desinteresado).
Una vez por mes se realizan Sesshines en los diferentes dojos de la práctica de la Sangha. Sesshin significa “tocar el espíritu” y son retiros de meditación zen de varios días.

Lo ideal es practicar en un dojo junto a monjes y bodhisattvas. Una brasa calienta pero muchas brasas juntas calientan mucho más.

Días y horarios para la práctica

Los días y horarios para la práctica se pueden consultar aquí.

Introducción para principiantes

Si nunca practicaste tenés que asistir a la introducción a la práctica.

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